viernes, 17 de julio de 2015

Reseña | Ich bin kein Berliner, de Wladimir Kaminer


  Ich bin kein Berliner,

de Wladimir Kaminer


"Quien quiera ver Alemania, debe irse al bosque"




Actualmente no hay un berlinés más conocido que Wladimir Kaminer. Y ninguno más idóneo como para mostrarle a un turista todas las facetas de la ciudad. A partir de una pequeña introducción a la historia de Berlín sobre la historia de los monumentos que hay en el camino o el comportamiento de los turistas japoneses, Wladimir Kaminer, de una forma divertida y simpática, le habla al lector sobre su nuevo hogar. Naturalmente, no deben faltar algunos consejos prácticos: en estos se incluyen rutas para pasear por la ciudad, por las cuales se puede caminar tras las huellas de Wladimir Kaminer, así como la dirección de restaurantes originales, tiendas y demás atracciones que se mencionan en el libro.





Ich bin kein Berliner (Yo no soy berlinéses una novela humorística escrita por el autor ruso Wladimir Kaminer.

Quince años viviendo en Berlín y aún no es un berlinés, según él. Wladimir Kaminer nos narra chistosas anécdotas sobre su ciudad y sus habitantes.

El libro se divide en 33 capítulos e incluye una guía de direcciones de los diferentes lugares a visitar en Berlín que se mencionan en el libro. Tiene 251 páginas.



Ficha del libro

Título: Ich bin kein Berliner
Autor: Wladimir Kaminer
Ilustraciones: Vitali Konstantinov
Editorial: Goldmann
Género: Novela / Humor
Tapa dura: No
Año: 2007
Idioma: Alemán
ISBN: 978-3-442-54240-6


Wladimir Kaminer



Opinión personal 

Un gran libro. Una especie de guía turística diferente. No hace falta ir a Berlín, para disfrutar de las anécdotas de Kaminer, narradas con ese humor típico del autor.

En Ich bin kein Berliner el autor empieza por hablarnos de su llegada a Alemania, más concretamente a Berlín, y nos explica un poco de la historia de la ciudad. Después pasa a narrar anécdotas de todo tipo, relacionadas con la gastronomía de Berlín, la moda de hombres y mujeres de Berlín, los niños de Berlín, la música de Berlín, las creencias de la gente de Berlín, etc.
Al final del libro, se muestran las direcciones de los lugares mencionados en el libro, para poder ir a verlos uno mismo.

El primer capítulo me pasó sin pena ni gloria, pero ya con el segundo me eché unas cuantas risas y a partir de ahí, el libro me enganchó y me lo leí entero de una tirada. Las anécdotas y las historias son chistosas a la par que curiosas. Algunas más divertidas que otras, pero en general la mayoría me han gustado mucho. También he aprendido algunas cosas que no sabía, como por ejemplo, que en Rusia, ver un gato de color negro trae siempre mala suerte. Para la gente de Berlín, no es lo mismo ver un gato negro cruzarse por la derecha que por la izquierda, por ejemplo, y es así como siempre lo había visto yo (no porque yo crea en estas supersticiones, sino porque mi madre siempre ha creído). ¡Ah, y eso sin contar la gente que (aún) cree en la publicidad! (Me hizo mucha gracia esa parte, en serio)
También se habla mucho de esa "dualidad" que existe en Berlín de los del este y los del oeste, aún tras la caída del Muro. Y Kaminer retrata muy bien la personalidad de ambos bandos, siempre mostrando el lado gracioso del tema (unintended pun sorry).

Sin embargo, debo remarcar algo que me ha decepcionado muchísimo de este libro: ¡el autor no habla nunca de la Berliner Schnauze! ¡Ni siquiera en el capítulo cinco, llamado Berliner Dialekt (dialecto de Berlín)! Porque, seamos sinceros: el Na se usa en toda Alemania y los panes siempre tienen nombres raros en todo el país también.
Si bien no, en los diálogos se muestra casi siempre la forma de hablar de los habitantes de Berlín, con sus ickdat, dit y wat. Pero no se menciona en ningún momento que ich - a parte de ick - lo pronuncian como icke, o que dit suele sonar más infantil que dat, por ejemplo. Me hubiera gustado, que hubiese profundizado más en este tema, sinceramente, porque el saber hablar berlinés es un factor clave para ser berlinés.

La forma de escribir de Kaminer es muy fluida y hace la lectura muy amena y los capítulos no son muy extensos. Además, cada capítulo, está encabezado por una ilustración hecha por Vitali Konstantinov en relación al capítulo en cuestión. Estas ilustraciones me han encantado, son simples y graciosas. Aquí os dejo un par:

Un oso y un mono, personajes principales de La historia de Berlín resumida

Imagen que encabeza el penúltimo capítulo, Supersticiones de Berlín

En resumen, este libro no es una guía turística normal, ni mucho menos. Una recopilación de anécdotas explicadas por Wladimir Kaminer con su típico humor ligeramente sarcástico. El libro vale la pena.


7/10







Información adicional

4 comentarios:

  1. Pues mira, le tendré que echar un vistazo si nos la recomiendas tanto^^

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  2. Te he nominado a los Liebster Awards. Y esta subida la entrada a mi blog :)) Un beso

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